2/3/2023
Creada en Kenia en 2007, la aplicación M-Pesa –'pesa' significa 'dinero' en suajili– ha transformado de raíz las finanzas personales de África.
En 2011, solo el 8 % de la población africana tenía acceso a Internet, pero el 52 % tenía teléfono móvil. En una pujante economía marcada por la informalidad y la falta de acceso financiero, en la que solo una cuarta parte de los adultos tenía algún tipo de cuenta bancaria, los teléfonos móviles fueron fundamentales para aumentar la inclusión financiera y facilitar los pagos digitales, aunque no hubiera conexión a Internet.
'Crearon su propio camino para la inclusión financiera con teléfonos básicos', afirma Andre Allain, vicepresidente de crecimiento del EBANX.
Al principio empezó como un sencillo servicio móvil de transferencia de efectivo entre personas, pero ahora es el método de pago (sean pagos bancarios o no) preferido en todo el continente por su seguridad y una comodidad sin parangón.
Los usuarios de M-Pesa pueden hacer depósitos de efectivo en un quiosco atendido y el encargado después transfiere el crédito a la cuenta del teléfono. El usuario puede entonces pagar (o recibir dinero) simplemente con el número de teléfono de otro usuario o de una empresa (el número de teléfono es como el número de una cuenta bancaria).
En la actualidad, M-Pesa ofrece sus servicios a más de 51 millones de clientes de siete países de África y ha sabido mantenerse a la altura de la demanda, ya que sigue añadiendo nuevas funciones, ofertas de pago, créditos, envíos internacionales de dinero y servicios de análisis y asesoría financiera.
En la mayoría de países del continente, más del 50 % del PIB fluye por medio de un ecosistema de pagos digitales; en el caso de Kenia, el volumen alcanza aproximadamente el 70 %.
Tras el éxito conseguido con su lanzamiento en Kenia, el servicio se amplió a la República Democrática del Congo, Egipto, Ghana, Lesoto, Mozambique y Tanzania. El número de clientes activos de M-Pesa se ha duplicado en los últimos cinco años y en 2022 superó los 50 millones de clientes mensuales activos, lo que ha consolidado su posición como la plataforma financiera tecnológica más grande de África.
«Al facilitar que los keniatas puedan utilizar sus teléfonos móviles para pagar rápidamente y con seguridad sus transacciones económicas de cualquier nivel, M-Pesa ha demostrado que el comportamiento humano puede cambiar muy rápido si se ofrece una alternativa mejor».
Sitoyo Lopokoiyit, consejero delegado de M-Pesa Africa y director de servicios financieros de Safaricom, dijo:
'Las plataformas de servicios financieros móviles como M-Pesa son impulsores fundamentales de la inclusión financiera en la sociedad, algo que permite mejorar las vidas de las personas y expandir y crear empresas, lo que a su vez se traduce en riqueza y puestos de trabajo para las economías en desarrollo'.
'Sigue habiendo obstáculos difíciles de superar para acceder a las plataformas, como de alfabetización digital y acceso a los smartphones, y también para desarrollarlas, ya que en muchos países los proveedores de servicios financieros no tradicionales compiten con unas normas desiguales'.
Los resultados de una encuesta reciente entre empresas realizada en Kenia corroboraron la importancia del primer servicio financiero móvil del mundo 15 años después de su lanzamiento:
● 17,6 millones de usuarios actuales en los cuatro países no tenían acceso a ningún servicio financiero formal antes de utilizar M-Pesa.
● El 98 % de las empresas encuestadas indicaron que M-Pesa les ayuda a hacer negocios, siendo sus mayores ventajas los pagos rápidos y seguros, y permite la venta de bienes y servicios por Internet.
● El 95 % de las empresas encuestadas indicaron que utilizan M-Pesa en al menos la mitad de sus transacciones empresariales.
Los hogares liderados por mujeres vieron un aumento mucho mayor en su consumo que los llevados por hombres. Además, se estima que los servicios financieros móviles han ayudado a unas 185 000 mujeres a cambiar sus trabajos agrícolas por otros puestos en empresas.
El aumento de la densidad de los agentes (es decir, la posibilidad de acceder a un negocio en el que se aceptara M-Pesa) hizo que en torno al 3 % de las mujeres, tanto en hogares llevados por mujeres como por hombres, se dedicaran a los negocios o al comercio minorista en lugar de a la agricultura. Estos puestos de trabajo normalmente consistían en empresas unipersonales basadas en la producción y venta de bienes, algo que facilitan los servicios financieros móviles.
'Antes (los usuarios de M-Pesa) solíais cultivar verduras, pero ahora las lleváis al mercado y las vendéis, o abrís un pequeño puesto ambulante o un quiosco', dice el economista del MIT Taveneet Suri.
El dinero móvil ha sido fundamental para consolidar la inclusión financiera basada en estos dispositivos: ayuda a sacar de la pobreza a quienes nunca antes han tenido una cuenta bancaria y les ofrece la mejor forma posible de ser financieramente independientes.
Con una población joven con conocimientos financieros (más del 50 % del continente tiene menos de 18 años) y la penetración cada vez mayor de los smartphones, el futuro de M-Pesa y otros proveedores financieros parece sin duda positivo.
A medida que se desarrollan otros productos para las plataformas de servicios financieros móviles, se ahonda en la inclusión financiera y los usuarios puede mejorar la gestión de sus recursos financieros. Por ejemplo, hay otros productos con los que los usuarios pueden ganar dinero con sus ahorros, acceder a microcréditos y a seguros asequibles, e invertir en valores del Estado.
Aunque no será fácil, ya que los bancos intentan sacar provecho del mercado sin explotar del dinero móvil. En diciembre de 2022 se aprobó que los bancos podían cobrar legalmente comisiones si los clientes transferían dinero desde los sistemas de pagos móviles a cuentas bancarias, y también si las facturas se pagaban por medio de M-Pesa.
El dinero móvil ha sido un impulsor de la transformación en Kenia y ahora podría beneficiar por igual a sus naciones vecinas.