Festivales de cine en África: la celebración de la nueva época del cine africano

Con una población total de 1400 millones de personas, África desborda cultura, música, danza y relato, y precisamente las historias que cuentan los cineastas africanos son las más características. El continente cada vez estrena películas más vanguardistas, así que la idea del monolítico sector del «cine africano» empieza poco a poco a desvanecerse.

En los últimos años ha aumentado el número de festivales de cine en África que celebran el talento africano tanto del continente como internacional. Este hecho ha abierto nuevos mercados a productores, directores y actores africanos, dando como resultado oportunidades de colaboración con potentes mercados cinematográficos como Hollywood. El sector solía centrarse básicamente en los mercados anglófonos de África, pero la ambición de expandirse por todo el continente ha promovido un cambio de estilo de contenidos, géneros y medios de distribución.

La evolución digital ha sido fundamental para el desarrollo del sector del cine en todo el continente, ya que facilitado el acceso a la producción. Como la tecnología y los equipos cinematográficos son cada vez más asequibles, y hay más variedad de nuevos canales de distribución, los modelos de financiación tradicionales han quedado obsoletos y los productores pueden monetizar sus contenidos directamente de los consumidores.

¿Por qué son importantes los festivales de cine?

Aunque ambos son esenciales para la distribución, inversión y publicidad, los festivales de cine no son lo mismo que los mercados de cine y los dos son importantes para el éxito general un proyecto. Los mercados de cine se centran en el sector, y básicamente sirven para aumentar el respaldo financiero y las colaboraciones de distribución. Por otro lado, los festivales de cine son eventos públicos donde los cineastas pueden comprobar en directo la respuesta de los espectadores a su obra y también darle reconocimiento social.

El sector del cine africano está demostrando haber alcanzado un nuevo nivel de potencial, pero para sostener y alimentar su crecimiento es necesario que cada vez más gobiernos de África aprueben políticas estructurales para oficializar el sector. En la actualidad, solo el 55 % de las naciones africanas cuentan con políticas de apoyo al cine nacional, y menos del 45 % cuentan con una comisión de cine. El Festival de Cine y Televisión Panafricano de Uagadugú (FESPACO), en Burkina Faso, es un buen ejemplo del resultado de apoyar a iniciativas de este calado.

Celebrado durante más de 50 años consecutivos e impasible a los cambios políticos, el FESPACO es un evento bienal parcialmente financiado por el estado en el que voces africanas comparten historias africanas. Al ser uno de los festivales de cine más reconocidos de África, es fundamental en la economía y el sector cultural de Burkina Faso.

«Esta es la ciudad de la creatividad y de la cultura, y la capital del cine africano», afirmó Armand Béouindé, alcalde de Uagadugú en 2021. En el festival se exhiben películas producidas en su mayoría en África y por africanos que atraen a cinéfilos del mundo entero y que influyen culturalmente a escala global.

La temática de la última edición del FESPACO, celebrada en octubre de 2021, era «Los cines africanos y la diáspora: nuevos puntos de vista, nuevos retos», y en ella participaron 239 películas de 50 países distintos. El cineasta somalí Khadar Ahmed se hizo con el premio más importante por la película «La mujer del enterrador (The Gravedigger's Wife)», escrita y dirigida por él.

Chioma Ude fundó en Nigeria el Festival de Cine Internacional de África (AFRIFF) en 2010. El festival ayuda a los productores africanos a posicionarse estratégicamente para distribuir sus películas en plataformas de streaming internacionales y a competir en condiciones favorables en los mercados internacionales. En la décima edición, el conglomerado internacional Amazon adquirió varias películas del catálogo del festival.

Reconocimiento del cine africano extranjero

En Los Ángeles, California, las comunidades del cine y las artes de la diáspora africana se congregan cada año en el Festival Panafricano de Cine y Arte (PAFF). Celebrado por primera vez en 1992, este hito está reconocido como el mayor festival de cine y arte afroamericano y motor del Mes de la Historia Negra en Estados Unidos. Atrae a productores, artistas y artesanos excepcionales de más de 40 países y 6 continentes que exhiben cada año sus obras más importantes y su talento.

En el mundialmente aclamado festival de cine de Cannes, Francia, también se celebra un evento centrado en África, el Festival Internacional de Cine Panafricano de Cannes y el Festival de Cine Africano (TAFF).

El futuro del cine africano

Durante la última década ha habido un aumento constante en el número de películas y producciones audiovisuales en todo África, pero a pesar de su potencial económico, estos sectores siguen sin explotar. Se estima que estos sectores mueven 5000 millones de USD en ingresos y emplean a cinco millones de personas. Si más gobiernos africanos adoptaran políticas progresistas positivas para el desarrollo de estos sectores, tanto los ingresos como el número de empleos aumentarían significativamente. Además, el sector del cine tiene una relación estrechamente vinculada con otros sectores como el del turismo, la hostelería, la tecnología, el derecho y otros sectores creativos. Cuando despegue la industria del cine, todos estos sectores verán aumentadas sus oportunidades de negocio.

La celebración del un festival permite a los países anfitriones atraer a personalidades importantes a la nación, lo que refuerza su influencia cultural. En el caso de las películas locales, los festivales permiten mantener y celebrar la tradición y la cultura moderna como ningún otro medio. El prestigio que además conlleva un festival anima a otros cineastas locales a compartir sus historias propias de una forma que, como ninguna otra, ayuda a conformar la opinión que tiene el público de África.